Cómo aumentar la producción de leche
La cantidad de leche ingerida por un bebé directamente del pecho en cada toma o a lo largo de la jornada es un interrogante que no sólo las madres se plantean sino también muchos profesionales de la salud.
Sin embargo, el suministro de leche ya sea materna o de formula con un biberón suele producir una tranquilidad en relación al volumen gracias a sus demarcaciones numéricas.
Cuando una madre dice que necesita aumentar su producción de leche es necesario primero revisar qué el lo que la motiva a creer esto. A continuación, vas a encontrar situaciones puntuales en las que puede ser que te identifiques, si no encuentras tu situación puedes escribirme a mi mail o a mi teléfono cuando quieras.
El bebé del primer mes
Es casi imposible que una madre no esté produciendo la cantidad de leche que un bebé del primer mes de vida requiere ya que este período está muy ligado a la secuencia de crecimiento de ese bebé durante la gestación. Cuando nace un bebé se interrumpe un proceso de nutrición que la placenta ha administrado a lo largo de todo el proceso de gestación adecuado con el peso y la edad gestacional del pequeño. El cordón umbilical es el nexo por el que el bebé en gestación recibe nutrientes y gases disueltos en la sangre y regresa productos de deshecho. Cuando el cordón interrumpe su interacción entre la placenta y el bebé ocurre la primera señal de evolución hacia la vida aérea en la que tendrá que procurarse sus propios gases para respirar y también su propio alimento para nutrirse. El nacimiento ha ocurrido y con esto una jerarquización de vida que pone tanto al bebé como a su mamá en el desafío de la coordinación.
Al retirarse la placenta del cuerpo de la madre a través de lo que llamamos alumbramiento, deja un legado hormonal importantísimo en el cuerpo de la madre. La placenta se retira y da permiso a las glándulas mamarias a desarrollar un trabajo que hasta ese instante ella misma desempeñaba, la nutrición. A veces uno de los motivos por los que la leche no fluye en los primeros días de vida del bebé puede ser debido a restos placentarios que pudieran haber quedado. Esto lo identifica el equipo de salud a través de diversos signos y síntomas que la puérpera presenta y se resuelve rápidamente. Los controles de puerperio son imprescindibles.
Las señales que debemos observar en un recién nacido para confirmar si está alimentándose bien son tres. La tensión mamaria es la primera, si hay tensión significa que el bebé debe mamar más frecuentemente. No ponerle horarios estrictos ni limitarle la exposición al pecho es importante. La segunda está relacionada con el pis del bebé, este debe ser clarito en el pañal y debe dejarlo más abultado. Si el pis es muy amarillo o naranja o tiene manchas rojas entonces nos está indicando que el bebé debe mamar más para poder tener un pis adecuadamente diluido. La tercera señal también se observa en el pañal y tiene que ver con las deposiciones. En los primeros tres días es posible que veas deposiciones meconiales. Luego de eso las deposiciones deben comenzar a ser mas fluidas, irregulares con grumos, con burbujas y de diversos colores como amarillo, mostaza, verde, dulce de leche, maíz. Una deposición por día es esperable en el primer mes de vida del bebé para deducir que la ingesta está siendo adecuada. Luego el control con su médico confirmará este dato.
No es necesario que goteen tus pechos, no todas las mujeres tienen el mismo comportamiento corporal, tampoco es necesario que los sientas tensos. La leche se produce mientras el bebé mama, si mama con frecuencia es posible que no sientas tensión mamaria casi nunca y eso está muy bien. No te dejes llevar por comentarios triviales en relación a la apariencia de tus pechos o de experiencias ajenas.
En relación al aumento de la producción es importante aclarar que no hay recetas mágicas, ni tés, ni medicación que puedan resolver con certeza esa situación. Sí hay algunas medidas a tomar como por ejemplo aumentar la exposición del bebé al pecho y promover más succiones. De todos modos, es importante tener en cuenta el estado general del bebé para evaluar si esta es una propuesta adecuada de acuerdo a su edad de gestación al nacer, su peso y su estado general actual.
No se puede tironear de las glándulas mamarias sin estimar que forman parte del cuerpo de una madre. Promover el ambiente de bienestar en la madre es lo único que puede conducir a un buen estímulo entendiendo que el estímulo no depende solamente de la succión sino también del flujo hormonal dentro del cuerpo de la madre. El flujo hormonal es dependiente del estado general de la madre, no es voluntario. Buscar recetas medicamentosas es una forma más de poner un parche sintético a la fisiología. Para llevar adelante la lactancia es necesario un cambio de hábitos no una dependencia química externa.
Si la preocupación persiste es importante que organicemos una consulta para resolver, acompañar y trabajar en equipo con el pediatra de tu bebé.